El primer Parásito se llamaba Maxwell Jensen; un vividor trabajando en un laboratorio de investigaciones. Buscando la caja de nóminas del laboratorio con la esperanza de robarla, encontró por casualidad unos contenedores con peligrosos material tóxicos que irradiaron a Jensen con su energía. Este accidente transformó su organismo convirtiéndolo en un ser de piel púrpura, llamado desde entonces el Parásito pues siempre que tocaba a alguien, absorbía sus propiedades físicas y mentales. Tocando a Superman, de inmediato absorbería una considerable proporción de sus poderes, aunque no todos. Sin embargo lo que absorbió de Superman fue suficiente para averiguar que Superman era en realidad Clark Kent y con frecuencia aprovechaba este conocimiento para atacar al héroe. Tras repetidos encuentros con Superman, el Parásito fue progresivamente adquiriendo más inteligencia al absorber parte de su mente en cada lucha.
El segundo Parásito fue creado de un modo similar y su nombre era Rudy Jones. Sin embargo inicialmente este Parásito poseía piel verde en vez de púrpura. Además debe absorber toda la energía que pueda de sus víctimas, incluso si eso significa matarlas, pues el cuerpo del Parásito gasta demasiada energía, dejándolo en un estado de hambre permanente.
Tras uno de sus combates con Superman, queda preso y personal científico accidentalmente altera de nuevo su organismo cambiando el color de su piel al púrpura tradicional pero aumentando su capacidad de absorción a la electricidad y el calor.
Cuando Superman enfermó adquiriendo excesivos poderes incontrolables, Parásito luchó con él en la Luna absorbiendo el poder excedente, que resultó tanto que volvió a modificar su constitución física, aumentando su tamaño y cambiando sus facciones. Además aumentó de nuevo su capacidad de absorción de energía, incluyendo esta vez la de la inercia y la mental.
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